Indolencia, falta de humanismo e hipocresía, es lo que podemos decir a propósito del precidio Injusto de Julian Assange en Londres y de la persecución criminal contra el ex contratista de la Cía, el joven Snowden, ambos verdaderos paladines de la democracia verdadera, porque tuvieron el valor de desafiar a los imperios y denunciar sus mañas. ¡ Libertad para ambos es lo que pedimos! y que cesen las persecuciones en su contra.¿Y acaso no se cansan de cacarear en los países persecutores una llamada libertad de expresión? Si denunciar el crimen es traición, ¡Que viva la traición! Porque las denuncias de ambos son un gran aporte contra la dictadura mediática de los países persecutores de estos dos hombres grandiosos de la humanidad, lo cual es un gran aporte a la democracia mundial.
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